El comportamiento de los consumidores está en constante evolución. Atrás quedaron los días en los que los consumidores se comunicaban con las empresas sólo en horario laboral. Ahora, los clientes potenciales se conectan desde distintos dispositivos y se comunican con las marcas a través de diversos canales de venta, que van desde el teléfono o el chat en su página web e incluso en las redes sociales. Es en este punto donde la omnicanalidad toma importancia.
Como marca, es importante asegurarse de que nuestros clientes puedan interactuar con nosotros en cualquier momento, las 24 horas del día, a través de los canales que ellos elijan. Hace falta una experiencia excepcional llevarlos a la compra y a mantenerse fieles con la marca. Por eso es importante que las marcas les ofrezcan experiencias integradas y sin fallos. Cuando les proporciona los detalles adecuados en el momento oportuno, le ayuda a generar confianza y lealtad.