Era septiembre de 2016 y me habían invitado a visitar Silicon Valley, a una capacitación sobre design thinking y tecnologías exponenciales con Google y Singularity University, donde realmente tuve la oportunidad de estar de la mano con aquellos que estaban construyendo El futuro del mundo digital.
Mientras caminaba por los edificios de Google, todo parecía demasiado bueno para ser verdad. Estaba viviendo un sueño.
Acababa de comenzar con mi empresa, Agencia Clepsidra, una agencia de marketing Google Partner, y todavía tenía un largo camino por recorrer, pero me estaba emocionando demasiado.
Mientras estaba sentada allí en la oscuridad, en la sala de conferencias, de repente en una pantalla tamaño Cinemax me impacto una imagen y la frase que decía: "Las relaciones entre humanos y robots nunca darán el salto del sexo al amor".
¿Una historia de amor entre un humano y un robot? ¿¿De qué estás hablando?? pensé.