El 73% de las personas dice que la experiencia del cliente afecta sus decisiones de compra. Por este motivo, hoy en día, las organizaciones buscan nuevas formas de mantener contentos a sus usuarios. 

Muchas empresas lo logran a través del lanzamiento de programas de educación para clientes y academias de aprendizaje en línea que brindan a los usuarios acceso a recursos, publicaciones de blog, seminarios web, centros de conocimiento y cursos de certificación que los ayudan a aprender sobre su producto, solucionar problemas y, en última instancia, contribuyen a que comprendan el valor del bien o del servicio que ofrecen.

HubSpot Academy es un excelente ejemplo de esto. Lanzada en 2012 como una forma de ayudar a sus clientes a aprender y a aplicar nuevas habilidades de marketing para hacer crecer su negocio, The HubSpot Academy se ha convertido en la herramienta a la que acuden cientos de miles de personas que buscan mejorar sus habilidades relacionadas con el inbound marketing, las ventas y el servicio o soporte al usuario.

Entre otras cosas, una academia de aprendizaje sólida puede ayudarte a proporcionarles  recursos útiles a tus clientes, así como también a aumentar la retención de usuarios, a interactuar con nuevos prospectos y a crear autoridad de dominio.

A simple vista, crear una academia de aprendizaje en línea a esta escala puede parecer intimidante o imposible. Sin embargo, a diferencia de lo que suele pensarse, lanzar un proyecto de estas características no está fuera de tu alcance. Repasemos cuáles son los pasos necesarios para llevar adelante el lanzamiento de una academia de aprendizaje en línea que enamore a tus clientes.

 La narración es poderosa. En última instancia, las historias pueden dar forma a tu identidad y a cómo te ve el mundo.

 En mis memorias, "Mean Baby", escribí sobre nunca sentir un sentido de pertenencia. A lo largo de mi vida, a menudo me sentí desconectado de mi cuerpo, fuera de control, como si no perteneciera a mi propia piel. Aprendí a no mostrar ni hablar del dolor porque no quería que me definiera, ni entendía lo que significaba mi dolor.

 En 2018, finalmente pude decirle a otras personas cómo me identificaba: discapacitado. Me diagnosticaron esclerosis múltiple (EM) y supe que había estado atacando mi sistema nervioso central durante años.

 Durante la pandemia aprendimos un conjunto completamente nuevo de habilidades, como hacer pasta desde cero, arreglar canillas que gotean y teñir remeras.

 Y no estamos solos. Para muchos, estos dos últimos años han sido un período de autoevaluación o una “gran reevaluación”, durante el cual descubrimos lagunas en nuestro conocimiento y tomamos medidas para llenarlas.

 Encontrar a alguien con la combinación perfecta de rasgos de mentor no es una tarea sencilla.

 Un buen mentor es inspirador, pero accesible. Tienen tiempo para escuchar y también tienen su propia carrera exitosa. Son empáticos y brindan comentarios honestos.

 Con tantas cualidades a considerar, no es de extrañar que las personas se sientan abrumadas al buscar un mentor.