Cuando intentás cumplir objetivos personales y/o profesionales, una de las primeras cosas que evaluás es tu productividad.
¿Estás administrando bien tu tiempo?
¿Estás tachando elementos en tu lista de tareas pendientes?
¿O te estás quedando atrás?
Si es así, este artículo es para vos.
Descubrí formas sencillas de
aumentar tu productividad, tanto si trabajás desde casa como si lo hacés en una oficina.
Cómo aumentar la productividad en el trabajo
►1. Averigüá cuáles son tus patrones de productividad
Que la jornada laboral media se desarrolle entre las 8.00 y las 17.00 horas no significa que esas sean las horas en las que trabajás mejor.
Hay quienes se concentran mejor por la mañana temprano, antes de que salga el sol, mientras que otros son búhos nocturnos.
Lo primero que tenés que hacer para
mejorar tu productividad es observarte a vos mismo, es decir, cuándo trabajás más y cuándo menos. Como algunos días son más ajetreados que otros, hacelo durante una semana.
Identificar los días y horas "óptimas" te permitirá planificar mejor tu jornada y realizar las tareas más rápidamente sin comprometer la calidad ni la precisión.
Por ejemplo, hay personas que organizan sus lunes para que incluyan tareas de poco esfuerzo, porque se la pasan entrando y saliendo de reuniones y esto dificulta la realización de funciones que requieran una concentración intensa. Por eso, programan tareas breves y rápidas.
En cambio, si sus martes son más tranquilos y suelen hacer mejor su trabajo entre las 10 y las 13 horas, programan para esa franja horaria tareas más pesadas, como investigar y escribir.
Cuando sepas durante qué horas trabajás de manera más eficiente, podrás asignar proyectos en consecuencia y usar ese tiempo para tareas difíciles.
Muchos de nosotros pensamos que somos flojos o improductivos cuando la verdad es que no estamos escuchando a nuestro cuerpo. Identificar qué partes del día sacan lo mejor de vos es probablemente la clave para aumentar la motivación y la eficacia en el trabajo. Una vez que hagas eso, todo lo que queda por hacer es ajustar tu horario en consecuencia.
►2. No hagas múltiples tareas al mismo tiempo
Parece que cuando éramos adultos jóvenes todos recibimos un memorándum diciendo que el multitasking era sinónimo de productividad. Resulta que no lo es. De hecho, estudios recientes sugieren que intentar realizar varias tareas a la vez puede entorpecer la productividad.
Aunque alternar entre múltiples tareas puede parecer más rápido, termina tomando mayor tiempo porque la mente solo puede concentrarse en una actividad a la vez. Por eso, tu cerebro termina haciendo el doble de trabajo para reenfocarse en cada tarea.
¿Alguna vez has tenido una conversación con un amigo, pero luego reparaste que no registraste algo que dijo porque te distrajiste? Con el multitasking, es posible que no te des cuenta y termines cometiendo errores.
La mejor opción es concentrar tu energía y atención en una tarea a la vez. Eliminarás las distracciones y permitirás que tu mente esté más presente. Descubrirás que, en líneas generales, darse suficiente espacio conduce a tiempos de finalización mucho más rápidos y un trabajo de mayor calidad.
►3. Sé responsable
Tener que rendir cuentas puede ser un importante impulsor de la productividad, tanto para objetivos personales como profesionales. A menudo te recuerdan el “por qué” y sirven como motivación para seguir adelante.
En el trabajo, esa responsabilidad tendrá que ser autoimpuesta, a menos que tenga un compañero de trabajo o un equipo en el que pueda confiar para esta tarea.
Ser responsable incluye:
- Bloquear tiempos en tu calendario para realizar tareas específicas
- Poner un temporizador de 1 hora para completar una tarea
- Programar recordatorios
- Establecer plazos, incluso si tu tarea o proyecto no lo requiere
Si trabajás desde casa, tener un compañero al cual tengas que rendirle cuentas de tu trabajo puede ser especialmente útil. Tal vez tu equipo se reúne los lunes durante una hora para trabajar juntos a través de Zoom, aunque sea en silencio.
O podrías reunirte con tu compañero de trabajo una vez a la semana para compartir informes de progreso sobre los próximos proyectos.
Ya sea de forma individual o grupal, rendir cuentas puede aumentar significativamente tu productividad.
►4. Dividí las tareas grandes
Imaginá que tenés un proyecto de alto impacto que vence en unas pocas semanas. Cada vez que pensás en eso, te imaginás el proyecto como un todo y lo lejos que estás de completarlo. Esta forma de pensar puede convertirse en un desastre.
Para seguir siendo productivo, es esencial dividir las tareas en partes pequeñas y factibles. Esto disminuirá (o eliminará) la ansiedad que a menudo se asocia con el trabajo en sí y te permitirá mantenerte motivado a medida que alcanzás hitos importantes.
►5. Bloqueá tu calendario
No hay nada más frustrante que intentar concentrarse y ser interrumpido por una reunión de último minuto o una notificación de Teams.
Una forma de proteger tu tiempo consiste en bloquear tu calendario durante horas determinadas para abordar tu lista de tareas pendientes. Esto creará los límites necesarios para evitar interrupciones y, al mismo tiempo, le dejará en claro a tus compañeros cuándo estarás disponible.
Si te llaman durante ese tiempo, no te sientas obligado a responder inmediatamente. Mejor aún, activa la función "No molestar" en tu aplicación de mensajería para indicar que no estás disponible. La mayoría de las estrategias para aumentar la productividad requieren que adoptes un enfoque proactivo, en lugar de reactivo. Y esta es una en la que los beneficios son evidentes de inmediato.
►6. Usá aplicaciones de productividad
Si todas las demás técnicas fallan, seguramente una
aplicación podrá ayudarte a aumentar tu productividad.
Las aplicaciones de productividad varían en propósito y función. Algunas se centran en la gestión del tiempo, mientras que otras se enfocan en la organización.
Te dejamos algunas opciones:
-
Toggl: un temporizador para utilizar cuando se usa el método de enfoque Pomodoro y se realiza un seguimiento de cuánto tiempo lleva completar cada tarea.
-
Notion: un espacio de trabajo digital para almacenar tus documentos y listas de tareas, entre otros archivos.
-
Mindfulness: una aplicación ideal para utilizar durante tus descansos con el objetivo de reconectarte.
Formas de aumentar la productividad en el hogar
►1. Limitá las distracciones
Las distracciones pueden ser un obstáculo importante para la productividad en el trabajo, por lo que es tan importante limitarlas tanto como sea posible.
Cuando leas esto, es posible que estés pensando en cosas como las redes sociales y la televisión. Ese tipo de distractores son malos, pero hay algunas distracciones insospechadas a considerar.
La primera son los compañeros de departamento. Ya sea que estén hablando directamente con vos o en el ambiente, son difíciles de ignorar. Si podés, aislate durante tus horas más productivas para asegurarte de podeer hacer tu trabajo.
Consejo profesional: si esto no es posible, ponete auriculares para bloquear el ruido.
Lo siguiente es tu mascota, o tus mascotas, si tenés más de una. Seguro que son peludas y adorables, pero cuando reclaman atención, pueden convertirse rápidamente en una molestia.
Por último, tu teléfono celular. Es probable que sea lo que buscás cada vez que apartás la vista de tu computadora, pero también es lo que te impedirá volver.
Una forma de evitar este inconveniente es colocar el teléfono fuera de tu espacio de trabajo. Si te preocupa perder llamadas, poné el timbre alto para asegurarte de que lo podés escuchar.
Mantener las distracciones al mínimo puede hacer maravillas para tu productividad, porque se trata de pequeñas pérdidas de tiempo que a menudo no tenés en cuenta.
►2. Seguí una rutina
Cuando operamos fuera de nuestra rutina normal, nuestra productividad cae a su punto más bajo.
Eso sucede porque a la mente le encanta lo que es familiar. Desde el momento en que te levantás hasta la música que escuchas en tu escritorio, cada paso de tu rutina sirve como una señal para tu comportamiento.
Entonces, cuando no es posible mantener una rutina constante, puede ser difícil concentrarse y ser productivo.
Una rutina puede incluir acciones como:
- Comenzar y terminar el trabajo a la misma hora todos los días
- Tener un espacio de trabajo designado
- Tomar descansos cada 2 horas
- Asociar cada día de trabajo a un conjunto de tareas. Por ejemplo, lunes para reuniones, martes para escribir y miércoles para hacer análisis
- Escuchar música al completar ciertas tareas
►3. Priorizá los descansos
Para mantener altos los niveles de productividad en el hogar, es fundamental tomar descansos regulares.
En una oficina, los descansos están integrados en el entorno. Podés detenerte para conversar con tus compañeros de trabajo o levantarte para tomar un café. En casa, tenés que estructurar tus descansos o corrés el riesgo de saturarte.
Alejarte del escritorio, incluso por solo 5 minutos, sirve como un reinicio, una pequeña distracción para el cerebro que realmente te ayudará a mantenerte concentrado durante todo el día.
Además, un descanso no tiene porqué ser solo para comer, sino que puede ser:
- Dar un paseo
- Sentarse al aire libre
- Hacer ejercicios de respiración
- Ejercitarse
- Hacer estiramientos
- Leer noticias
Estas actividades se consideran impulsores de energía que te ayudarán a mantenerte productivo durante las horas de trabajo.
►4. Configurá tu entorno
Así como tu rutina sirve como una señal para tu productividad, sucede lo mismo con tu entorno. Como tal, es importante que lo prepares.
Comenzá organizando tu escritorio para mantenerlo ordenado. Aunque es probable que se ensucie a lo largo del día, asegurate de terminar cada jornada de trabajo ordenándolo para el día siguiente. Pensá en ello como una pequeña inversión en tu futuro.
La música también puede ser una excelente señal para comenzar tu día laboral. Ya sea jazz o dembow, puede convertirse en un gran impulsor de tu productividad si la usás sabiamente.
►5. Designá un espacio de trabajo
Trabajar desde casa se ha convertido en una realidad a largo plazo para muchos, pero el cambio de escenario puede ser difícil si no se establece un espacio de trabajo efectivo.
Tener un área designada y configurada específicamente para el trabajo te ayudará a mantenerte concentrado y organizado. También proporcionará una barrera física y mental entre la vida familiar y la laboral, lo cual es esencial cuando se trata de seguir siendo productivo.
Poder cambiar al "modo de trabajo" tan pronto como te sentás en tu escritorio o mesa puede permitirte entrar en la mentalidad adecuada para alcanzar tus objetivos.
Una vez en marcha, tener un lugar de trabajo designado te ayudará a mantenerte centrado en tu trabajo sin dejar de disfrutar de las ventajas de hacerlo a distancia.
Seguí estos consejos y estarás en camino de convertirte en una fuente inagotable de productividad.
¡Esperamos que esta información te haya sido útil!