Cuando escuchamos «factores críticos de éxito», probablemente pensamos en lograr más ventas y tener un nivel de rentabilidad más alto.
En realidad nos referimos a ciertos aspectos que debemos encontrar después de haber realizado un estudio sobre lo que queremos lograr, las metas planteadas y la manera en que esos factores se relacionan con la misión que establecimos para nuestro proyecto o empresa.
En este artículo queremos compartirte un poco más sobre los factores críticos de éxito, de qué se tratan, cómo encontrarlos y de qué manera te ayudarán a hacer una buena gestión.
Iniciemos con lo básico: ¿qué son?
Los factores críticos de éxito (FCE) son los puntos clave, tanto internos como externos, que son necesarios para que una empresa, un área, un proyecto e, incluso, un individuo, alcance los objetivos que se ha planteado.
Aunque tienen su origen en aspectos administrativos de una empresa (en 1979 fueron definidos por John F. Rockart), los factores críticos de éxito se pueden aplicar en toda clase de industria en la que se necesite la gestión de un proceso.
Cada empresa, industria y proyecto tiene sus particularidades específicas, por eso sería un poco complicado generalizar sus factores críticos de éxito particulares. No obstante, existen algunas coincidencias que se han contemplado en distintos análisis, y es posible hacer una pequeña lista para comprender mejor sus características, que mencionaremos a continuación.
A nivel general existen estos tipos principales:
Industriales: son los que se relacionan con la industria a la que pertenece tu negocio. Vas a tener ciertos factores críticos de éxito que deberás cumplir para alcanzar tus objetivos en general, según el mercado en el que te desarrolles.
Estratégicos: debido a que tu negocio ocupa una posición definida dentro de la industria, debes construir una estrategia que corresponda al contexto en el que se desarrolla y la competencia.
Del entorno: nos referimos a aquellos factores que se definen por aspectos tecnológicos o económicos que impactan de forma directa en tu negocio.
Temporales: están relacionados con los cambios que ocurren dentro de tu empresa, como aspectos organizativos o requerimientos. No se mantienen durante un periodo largo y es posible que no sean relevantes en el futuro.
Los factores críticos de éxito dependerán de quien los busque, ya que cada negocio tiene sus propias necesidades. Por eso es importante tener en mente ciertos aspectos para identificarlos de la mejor manera y, por lo tanto, poner manos a la obra para alcanzarlos.
Uno de los primeros pasos es, definitivamente, armar un equipo que se pueda concentrar en la identificación de tus factores críticos de éxito, pues deberán invertir tiempo y recursos para hacer un buen trabajo.
Es importante que al menos una persona de un nivel directivo esté involucrada, pues podrá dar un punto de vista más especializado, sobre todo porque conoce los aspectos de la industria y el mercado que definen la posición de tu negocio frente a la competencia.
Por supuesto, lo anterior no quiere decir que los demás no puedan participar. Es importante que también los involucres para que compartan sus opiniones e ideas, ya que sus reflexiones ayudarán a comprender qué es lo que se puede convertir en un factor crítico de éxito y que tal vez no tienes en el radar.
Cuando se trata de la gestión de una empresa es vital que analices los factores positivos y negativos dentro y fuera de ella, así como también una definición de la estrategia.
Para eso funciona muy bien la declaración de OAS y el análisis FODA.
La primera se refiere a la definición del objetivo, la ventaja y el alcance (Objective, Advantage, Scope). Gracias a estos tres términos puedes aterrizar lo que debes lograr para incorporarlo en las tácticas y estrategias que llevarás a cabo. Son tu guía.
Y el análisis FODA remite a encontrar las fortalezas, las debilidades, las oportunidades y las amenazas que, como seguro ya lo sabes, están presentes en todas las organizaciones. Definirlas te ayuda a concentrarte en lo que importa y que así prevengas situaciones poco favorables para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de tu negocio.
Una vez que existe un consenso sobre las metas del negocio es momento de analizarlas. Siempre es vital saber cuáles son las cruciales para que se mantenga la empresa o el proyecto. Es importante distinguir entre las que no pueden aplazarse y las que logran que se alcancen los grandes objetivos.
Al hacer esto también te darás cuenta de cuántos factores deberás convertir en prioritarios, ya que esta lista no puede ser interminable para que cumpla su cometido. Si son críticos, también serán pocos.
Algunas preguntas que te ayudarán a definir cuáles son los factores críticos de éxito que necesitas son:
Por supuesto, habrá que medir y supervisar el avance del cumplimiento de estos factores. Recordá registrar quienes se encargarán de cada uno y asegúrate de que las metas están bien planteadas.
También es importante darle un seguimiento puntual, pues tal vez sea necesario hacer un ajuste si la estrategia no está funcionando. Es importante reconocer que esto es un trabajo que requerirá también flexibilidad, sobre todo si es la primera vez que se aplica en la organización.
Para que todos los colaboradores conozcan y puedan sumar esfuerzos hay que hacerlos partícipes al compartirles la lista de estos factores por cumplir. Mantené la puerta abierta para las sugerencias de aquellos que no sean parte del equipo principal. Este tipo de participación ayuda mucho porque, además de que es señal de una sana comunicación en toda la empresa, se convierte en un frente común con el que se celebrarán logros y asumirán los retos.
¿Ya pensaste en algún factor que podría ser crítico de éxito en tu negocio o proyecto en particular?
Te compartimos algunos para que tengas una imagen más clara de lo que son y para qué sirven.
Usemos como paradigmas ciertas distintas industrias o mercados:
Acá importan factores como la capacidad de innovación, la facilidad de uso de un equipo o de un software y el volumen de ventas, así como la participación de los usuarios en los foros especializados cuando se menciona el producto.
Antes que nada debe definirse el tipo de clientes a los que apunta la oferta. Si pensamos en un restaurante que desea convertirse en el favorito de los universitarios de un campus en particular, podrían considerar como factores críticos la ubicación o que el horario de atención que coincida con las clases. También el precio de las comidas o que los alimentos puedan transportarse fácilmente y sean fáciles de preparar.
Los factores críticos de éxito que deberían considerarse en este apartado son la calidad en la mano de obra, la eficiencia a bajo costo, plantas de producción asequibles, colaboradores altamente capacitados, bajo coste en el diseño y la ingeniería, entre otros.
En este caso, los factores críticos de éxito para una empresa son los colaboradores ideales para cumplir con tareas clave, los recursos adecuados para cumplir con su labor (equipo y software) o los esfuerzos de marketing.
Los factores críticos de éxito también son muy útiles para la gestión, y enseguida te hablaremos sobre cómo realizarla desde esta perspectiva.
Como ya lo mencionamos, los factores críticos de éxito podrán cambiar a lo largo de las distintas etapas y proyectos de una empresa, por lo que los objetivos también pueden variar.
Gracias a este tipo de gestión es posible mantener la perspectiva sin distracciones. No importa que la organización (o el proyecto, o el área) cambie de tamaño o de colaboradores: el equilibrio no se rompe si tiene en la mira los objetivos a alcanzar.
Si la gestión está enfocada en un proyecto específico, asegurará que algunos aspectos se cumplan de la forma correcta, por ejemplo:
Cuando se trata de la gestión de un proyecto podes tener en consideración los siguientes factores críticos de éxito:
Establecer un inicio y un final es importante para que la gestión de un proyecto se cumpla de manera eficaz. Respetar el arranque y la culminación es clave para toda la empresa, si hay un retraso con las fechas es posible que afecte a otras áreas que dependen de este proyecto en particular. La cadena de tareas se entorpece y, al largo plazo, repercute en todos los equipos.
Lo mismo podría ocurrir con la inversión financiera. El manejo de los recursos financieros y la manera en que se mantiene el presupuesto planificado son también un reflejo de la habilidad de los involucrados para cumplir con lo prometido. Se relaciona directamente con el tiempo, así que es importante tenerlo siempre en mente para que no se convierta en una bola de nieve (cuanto más tiempo pase, más dinero podría gastarse).
Contar con esta figura funciona para los que realizarán el proyecto y los que verán beneficiados con el mismo (tanto las partes interesadas, como los clientes). Una persona que provee la inversión y tiene su lugar en la mesa principal, pero no se involucra en el desarrollo del día a día, ayuda a que el proyecto arranque bajo la supervisión de un accionista que a la vez confía en el equipo responsable de completarlo.
Si no contas con personas que sean capaces de cumplir con los objetivos planteados, corres el riesgo de que el flujo de las tareas esté interrumpido. Es por eso que debes encontrar al talento adecuado y capacitarlo oportunamente.
Antes de arrancar es necesario que realices un estudio sustentado y una investigación exhaustiva: proyecciones a largo plazo, cotizaciones eficientes, precios competitivos, recursos disponibles, resultados medibles y realistas, entre otros.
De nada sirve pintar un horizonte idílico si no podrás entregarlo al final.
Para que un proyecto se desarrolle de manera dinámica no podes dejar en la oscuridad a los que están dentro. La primera solución es siempre la misma: comunicación, independientemente de si haya necesidad de hacer cambios, si se encuentra un obstáculo inesperado, si es necesario dar seguimiento a una duda o alguien no tiene claro lo que debe hacerse en alguna de las etapas de la estrategia.
Además de que evita malos entendidos es reflejo de una confianza que permite una colaboración más comprometida.
Sumado a lo anterior, es importante que tengas en cuenta que al crear el equipo o los equipos que estarán dedicados a un proyecto tendrán que combinar en muchas ocasiones sus tareas habituales con las nuevas que les sean asignadas. Si te parece que la carga de trabajo pudiera aumentar entre tus empleados, quizá sea conveniente que consideres nuevas contrataciones.
Los factores críticos de éxito se derivan de los objetivos estratégicos de la empresa. Si tenes definida la misión de tu organización podes establecer los FCE más importantes que necesitas para que tu negocio se mantenga o crezca más.
Una vez que tenes establecidos los objetivos estratégicos, podes entender cuáles son los FCE que vas a necesitar para alcanzarlos. Así que es importante que tengas claro en qué consisten realmente este tipo de objetivos. Son bastante sencillos de identificar, son:
¿Y cómo podrías medir tus factores críticos de éxito? De eso hablaremos a continuación:
Los factores críticos de éxito también necesitan indicadores para que compruebes si los estás alcanzando.
Cada indicador debe cumplir con estas características: está definido, es clara la actividad que evalúa y la unidad con la que mide; además, existe una forma de hacer esta medición, y se aplica en una periodicidad adecuada.
Los 3 tipos de indicadores más relevantes son:
Estos indicadores pueden tener, a su vez, otras divisiones, como:
Lo importante es que elijas aquellos que en realidad te ayuden a comprender si la gestión de tu proyecto está cumpliendo con los objetivos planteados, así que al menos una persona debe estar designada al seguimiento de estos indicadores. Usalos como una guía que puede avisarte si algo debe modificarse en tu estrategia o si vas por buen camino.
Fuente: https://blog.hubspot.es/sales/factores-criticos-exito
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